Lorenzo Agustí sigue presidiendo el PP local y mantiene su cargo en la ejecutiva regional a pesar de las imputaciones

La llamada línea roja de Fabra se entiende ante la dificultad de expulsar a los cargos electos imputados dado que en la legislación actual el cargo es propiedad del elegido salvo condena con la accesoria de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Nada dice de los cargos orgánicos dentro del partido para cuya expulsión basta su voluntad política para excluirlos.

Por ello no entendemos que el PP mantenga a Lorenzo Agustí como presidente del PP

local y menos como responsable del área de "emprendedores" de la ejecutiva del PP de la Comunidad Valenciana.

Tampoco que el PP designara como alcaldesa sucesora a otra imputada. Una cosa es que renuncien o no al acta y otra es el apoyo político que tales situaciones evidencian digan lo que digan sobre transparencia y regeneración.