domingo, 29 de junio de 2014

Los leones del Congreso no tienen cojones, pero los de Valencia Jardin Monforte sí, aunque pequeñitos

El Gobierno desaconseja añadir testículos a los leones del Congreso

El Gobierno desaconseja añadir testículos a los leones del Congreso

El Gobierno remarca que los criterios de conservación desaconsejan completar la pieza para conservar su integridad


Los leones sí tienen atributos en Valencia
toca, toca que da gustito


Se da la casualidad de que los predecesores de los orgullosos felinos que custodian la entrada a las Cortes se encuentran en Valencia, como ya contó este diario. Se trata de dos estatuas esculpidas en piedra por José Bellver hacia 1850, que fueron retirados de la escalinata porque para los arquitectos del palacio eran demasiado pequeños. Las estatuas eran el segundo encargo del Congreso, tras uno primero a Ponciano Ponzano que se echaron a perder rápidamente Ponzano terminó construyendo en bronce los dos actuales, llamados en Madrid Daoíz y Velarde en honor a los dos capitanes que defendieron la ciudad durante el alzamiento del 2 de mayo de 1808. Sin embargo, después de ser rechazados, los felinos de Bellver fueron comprados por Juan Bautista Romero, Marqués de San Juan y creador del Jardín de Monforte, que abonó 3.500 pesetas en 1864.
levante