domingo, 13 de enero de 2013

En opinión ajena: Deshonestos discursos políticos

El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, defendió esta semana las políticas europeas de austeridad, frente a la matizada opinión del Fondo Monetario Internacional, cuyos expertos creen ahora que el coste está siendo demasiado profundo y las consecuencias van a ser demasiado prolongadas.

 En ese mismo momento, con claridad y sin turbación, Olli Rehn añadió: “Va a haber muchas tensiones sociales, porque los ciudadanos no van a ver mejora en su vida cotidiana en algún tiempo”. Los países del sur, afectados por esos feroces planes de austeridad, “no deben caer en la complacencia”, advirtió.

Tiene razón: no caer en la complacencia significa “no experimentar satisfacción ni alegría”. Nadie va a experimentar mejoras en su vida “en algún tiempo”, sea esa la medida que sea.
De eso se trata. De que los ciudadanos no vamos a experimentar la menor mejora en 2013. Los institutos de análisis estadístico y económico de Francia, Alemania e Italia coincidieron en su último informe en considerar que en el segundo trimestre de este año la economía de la zona euro podría estabilizarse y crecer un 0,2%.

Seguramente es una buena noticia y el señor Rehn se sentirá recompensado, pero desde luego no implica que los niveles de paro en España vayan a experimentar un alivio reseñable, que Grecia pueda sufragar las medicinas que necesitan sus enfermos o que Portugal salga de la pobreza lacerante a la que le empujan.

Soledad Gallego  Leer más en ElPaís

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