lunes, 21 de septiembre de 2009

Un tramo de la calle 540 de La Cañada ha sido engullida por obras y desprendimientos ocasionados por la lluvia


Las lluvias caídas en los últimos días han causado estragos en la calle 540 de La Cañada, una parte de la cual prácticamente ha desaparecido bajo tierra.


Un agujero realizado por obras de canalización se ha agrandado sobremanera e inundado dados los desprendimientos ocasionados por el temporal, hasta tal punto que el agujero ha quedado a las mismas puertas de un par de chalés y en uno de ellos se ha llevado incluso una valla por delante, según explica un vecino.


Afortunadamente, se trata de viviendas de veraneo y mientras uno de los chalés que se han visto aislado por el derrumbe no está ocupado actualmente, los dueños del otro suelen acudir los fines de semana.


Precisamente, las obras que se acometen en la zona intentan evitar las inundaciones que se dan cada vez que llueve por estar cerca de un barranco.


Los vecinos se quejan de que sufren cortes de agua frecuentemente y para salir y entrar en sus casas viven una odisea, sorteando tierra, máquinas y piedras. Las obras comenzaron en junio y está previsto que concluyan en enero.


Comentario, lo que los vecinos querían evitar ha sucedido y las primeras lluvias de Septiembre han provocado la situación, minimizada, por tratarse de dos viviendas de veraneo y no de residentes. Todo ello a pesar de las promesas del alcalde durante el "plan de choque".


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